Alcachofas rebozadas con harina

Las alcachofas rebozadas con harina es una de las recetas más tradicionales que podemos encontrar. Se trata de un plato delicioso, sabroso y muy crujiente, lo que hace que sean una muy buena opción para servir como tapa o acompañamiento de una comida. Eso sí, al ser un plato frito, lo mejor es no servir por la noche si queremos evitar exceso de aceite o malestar digestivo durante las horas de sueño. La receta de alcachofas rebozadas con harina es una muy buena opción para intentar que los más pequeños consuman algo de verdura.

¿Quieres aprender a cocinar las alcachofas rebozadas? Pues no te pierdas la receta a continuación, ¡te encantarán!

Ingredientes para las alcachofas rebozadas

Los ingredientes, además de ser pocos, son muy económicos, por lo que será un plato muy barato de preparar.

Elaboración

1. Lo primero que tendremos que hacer para elaborar la receta de alcachofas rebozadas es poner un vaso de agua en la nevera. De este modo, cuando tengamos que usarlo, ya estará muy fría.
2. Pasamos a limpiar las alcachofas. Quitamos las hojas verdes y las más duras hasta que lleguemos a la parte del corazón. Cortamos ahora las alcachofas en trozos pequeños.
3. En un recipiente bastante hondo ponemos agua junto con el jugo de un limón. También se recomienda introducir las rodajas del limón para mantener más las alcachofas, aunque si vas a hacer la receta sin ningún tipo de pausa, no es necesario.
4. Introducimos los trozos de alcachofa en el agua con limón y reservamos.
5. Preparamos ahora la masa para rebozar las alcachofas. En otro recipiente batimos el huevo muy bien y añadimos el agua fría que teníamos reservada en la nevera. Batimos todo nuevamente para que se incorporen todos los ingredientes.
6. Añadimos ahora la harina de trigo junto con una pizca de sal y lo mezclamos suavemente hasta que esté todo bien integrado.
7. Colocamos una sartén con abundante aceite en el fuego. Mientras el aceite se calienta, sacamos las alcachofas del agua y las secamos muy bien, sin que queden restos de agua.
8. Vamos bañando las alcachofas en la mezcla de huevo, agua y harina. Es importante que queden bien impregnadas para que queden muy crujientes.
9. Cuando el aceite esté muy caliente, freímos las alcachofas. Iremos dando la vuelta a las alcachofas para que se haga por ambos lados.
10. Sacamos las alcachofas del fuego y las pondremos en un papel de cocina para que puedan absorber todo el aceite restante.
11. Una vez estén todas hechas, las servimos como aperitivo al centro de la mesa o como acompañante al plato principal. Podemos añadir algún tipo de salsa para verduras para que el resultado sea aún más delicioso.

Esta receta sencilla de verduras te costará muy poco, ¿por qué no incluirla en tu recetario personal? Pruébala y seguro que te terminan encantando.